lunes, 19 de julio de 2010

A Frida Kahlo


De jasmín ojeda

Oh Frida, Dios no me bendijo con el mismo don que tu, no puedo plasmar mi anarquía emocional en un lienzo con colores, curvas, líneas, círculos, formas; yo sólo tengo los mundos paralelos en mi mente y los tatuó con letras, me libero del sentimiento y lo hago letras.

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Maquia-vela

De Jasmín Ojeda

Caminaba silenciosa, la noche era oscura pero ella no lo notaba, caminaba ensimismada en una burbuja dentro sus pensamientos, bajo la lluvia de verano, sin rumbo fijo, su vestido estaba empapado de una mezcla compuesta por angustia, melancolía, confusión, dolor, desolación, lágrimas y lluvia de los dioses que conspiraban contra ella. Definitivamente experimentaba una especie de anarquía emocional y ella no quería pensar sólo caminar.

Toda su vida había tratado de ser la mejor en todo lo que hacía, y no sólo lo trato sino que logro todo lo que se propuso, si había algo que todos juraran que ella no podía poseer, ella demostraba la equivocación del mundo de seres que la rodeaban, siempre consiguió todo lo que quiso cuando lo quiso, su lema íntimo siempre fue “el fin justifica los medios”, sus allegados le decían Maquiavela, claro ella nunca supo el sobrenombre con el que era conocida en el bajo mundo.

Era ella la mujer más exitosa de la ciudad, la más elegante, la más hermosa de la región, relacionada con las altas esferas, la abogada más reconocida en la región, contaba una retorica exquisita, una de las mujeres más codiciadas, lúdica, mágica, realmente ambiciosa para todo lo que hacía y eso era lo que la hacía tan especial, todos la deseaban pero pocos la tenían, definitivamente la más en todo, incluso la más odiada dentro de la comunidad femenina.

Esa noche caminaba embriagada por el llanto del cielo, sus zapatillas rojas de charol en mano, el bolso, su vestido rojo adherido a su cuerpo totalmente mojado, su maquillaje estropeado, despeinada y con la moral pisoteada, se sentía tan humillada, lo que había pasado en el bar no podía aceptarlo, quería volver y confrontar lo sucedido con el culpable de su anarquía interna, pero algo que no podía explicar evitaba su retorno y la mantenía caminando.

Después de varias horas de caminar, algo la llevo a reaccionar de ese estado hipnótico de sonambulismo, quizá el dolor en el pie izquierdo cuando se enterró los cristales de una botella rota que se encontraba en el piso de una calle de un lugar perdido en la ciudad, el dolor la hizo detenerse, su sangre corrió por el suelo y no tuvo más opción que sentarse en aquella banqueta, intento sacar el vidrio que hirió su pie descalzo, desprotegido, indefenso frente al filo de los vidrios clavados dentro de ella, en ese momento se dio cuenta de lo vulnerable que era, de que aquella coraza de mujer de hierro sólo la había convertido en metal frio y vacio.

Sus pensamientos se alborotaron, su interior se estremeció, tembló pero ahora por el frío que recorría su cuerpo, estaba totalmente mojada, ansiosa abrió su bolso, del cual saco un cigarrillo, lo prendió y comenzó a fumar, el humo que recorría su garganta le provoco una sensación de calidez, pero no tardo en darse cuenta de que se encontraba sola en quién sabe dónde, con el pie herido, mojada lo cual le provoco una nostalgia inmensa y sin notarlo después de tantos años comenzó a llorar, lloro amargamente, insoportablemente inconsolable, sabía que en casa nadie la esperaba, que sus amigos sólo eran ocasionales, sus conocidos sólo las buscaban por necesidad, su familia había muerto para ella cuando cumplió los trece, se dio cuenta que estaba realmente sola y continuo llorando amargamente.

Después de haber desahogado la carga interna que contenía desde sus trece años, después de haber llorado los veinte años que reprimió, los años que se culpo, que se lacero ella misma, los años que lucho por conseguir ser quien era en ese momento, los años que vivió siendo siempre la mejor para todo, después de desahogarse llorando sus culpas, sus derrotas, sus caídas, se sintió liberada y descubrió que era momento de volver a casa, de volver con la familia, camino, busco el muelle, cojeaba y sentía dolor pero eso no la limito ni por un segundo, cuando llego al muelle pudo ver a lo lejos a su familia, ella sonrió, siempre iban al mar en vacaciones de verano, antes de las lluvias.

En el muelle, abrió su bolso y saco un cigarro, sentía un poco de frío, era la brisa marina en la madrugada, miro a la familia esperándola y les dijo, -aún no, todavía no es tiempo- sonrió, intento encender el cigarrillo, pero el viento apago el fuego antes de llegar al cigarro, -Leo, ya sé que odias que fume, me cachaste, pero te prometo que es el último, no le digas a mamá, ¡¡sssh!!- intento encender el cigarro y esta vez tuvo éxito, lo fumo, sintió el recorrido del humo en su garganta, lo disfruto como nunca, podía sentir todo como nunca antes y a punto de que se consumiera totalmente su cigarro lo tiro, cerró los ojos cuando vio la cortina de lluvia que se acercaba al muelle, la lluvia volvió, la pudo sentir sobre su piel, sintió cada parte de su cuerpo y el recorrido de las gotas de lluvia rompiendo sobre ella, una sonrisa se dibujo en su boca y decidió que era momento de unirse a ellos.

El mar chocaba salvajemente contra el muelle, pero para ella parecía ser un llamado, el mar se notaba más agresivo que nunca, pero para ella sólo era una voz que le gritaba que era la hora, cerro fuertemente los ojos y quitándose el vestido se entrego al mar, se dejo llevar sin poner resistencia y lentamente su familia se fue materializando para ella cuando en realidad era ella quien se desvanecía del mundo, de la vida, del plano de los vivos y fue feliz materializándose en un mundo paralelo.

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Manos negras

De jasmín ojeda

Mis manos negras piden libertad
Luchan por sobriedad
Pero tú te ofreces, me incitas
Me haces delirar y vuelvo a caer en ti
Me embriago de ti, caigo una vez más
Digo ya no, pero insoportablemente retorno a ti

Mis manos negras piden libertad
Ten piedad, por misericordia o caridad
Aléjate de mí, eres un vicio para este pobre
Ten clemencia, no me destruyas más
Eres una droga fatal, te combinas en mí
Contaminas mi sangre negra con tu miel

Mis manos negras piden libertad
Y tú vuelves como mi verdugo
Me encierras siempre en ti
Me condenas a vivir dentro de ti
Y caigo, caigo al foso de los leones de tu piel
Cuando me contamino, me combinó contigo

No hay libertad para mis manos negras
Tu piel blanca me vuelve, me condena
Me vuelve prófugo de la libertad
Me obliga a vivir preso de tu miel, tu piel
Tu insoportablemente blanca
Me condenas perpetuo de tu vientre blanco


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Inspiración prohibida


De jasmín ojeda

No puedo verte
Estamos tan distantes
Quiero tocarte
Inspiración prohibida

Quiero inhalarte
No estás presente
Sublimarme contigo
Tu insoportablemente ausente

Beberte, consumirte
Recrearte, hacerte arte
Hacerte música, poesía, pintura
Inspiración prohibida

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musical


De jasmín ojeda

Alguna vez fui tu guitarra
Tal vez me convertí en las cuerdas
Cuando enfurecías me convertiste en la madera
Otras veces fui sólo notas musicales, inspiraciones

Hoy soy sólo tus recuerdos ocultos en un cajón
Escondida en las canciones que escribes
Clandestina en el cajón de los recuerdos
Inspiración ilegal para ti, soy musical

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Frida colorida



De jasmín ojeda

Oh Frida, Dios te bendijo
Te dio el don de la acuarela
Combinación de colores
De formas y textura

Sólo tú, sólo Frida
Frida mexicana
Folclórica es Frida
Frida colorida

Oh Frida, tu dolor
Tu dolor hecho pintura
Siempre hecho color
Paralelo siempre a ti

Oh Frida, colorida
Oh Frida envuelta de yeso
Oh Frida en una cama
Oh Frida vuelta polvo

Frida de Coyoácan
Frida de Diego
Frida tu casa Azul
Frida de todas, de todos

Oh Frida, ya no estas
Eres polvo
Eres un cuadro
Eres un recuerdo colorido

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jueves, 15 de julio de 2010

ama de casa



Después de lavar la ropa, un merecido descanso

ama de casa

domingo, 11 de julio de 2010

Cigarrillos, humo, cuerdas y otras cosas

Recuerdos de amores pasados I
de Jasmín Ojeda


Recuerdo el olor del tabaco en tu ropa, recuerdo muy bien el olor del tabaco impregnado en ti, recuerdo a tu guitarra Estefanía y recuerdo las noches de trova y melancolía, te recuerdo a ti y recuerdo cuando te conocí, cuando te vi por primera vez, te recuerdo, oh si te recuerdo tan bien, siempre con tu guitarra en el pórtico de la escuela, siempre enamorado de la mujer, enamorado de la música, enamorado de Estefanía, enamorado, así siempre enamorado, así te recuerdo.

La primera vez que te vi, tocabas a la negra Estefanía, siempre te acompañaba en la cajuela del Platina, siempre la sacabas a pasear a la hora de la salida y mucho o pocos siempre alguien había escuchando tu música, el amor, la melancolía, la pasión, el placer, el dolor hecho música, de ellos siempre hablabas, siempre cantabas.

Algunas veces tocabas lo que querías, a veces tocabas lo que te pedían, a veces sólo era melodía, a veces canciones de protesta, de amor, de mil cosas podrías cantar, yo te miraba a lo lejos y sonreía, a veces te escuchaba sentada en el piso cerca con los amigos, a veces a lo lejos mientras hacía mis deberes.

Fue en el último año de escuela cuando coincidimos en el mismo salón y nos hablamos, nos acercamos, nos tratamos y nos conocimos, recuerdo que entre clases, cuando se torno aburrida sigilosamente me pasaste un trozo de papel con una nota y fue así como nos conocimos, y luego el tiempo paso, compartimos el tiempo y tu hermano, mi mejor amigo nos miraba con desconfianza, tal vez con un poco de celo, tu le robabas a su mejor amiga.

El tiempo transcurrió y tuviste dos novias, me hablabas de ellas, yo te hablaba del mío en turno, platicábamos de ellos, de ellas, de amores pasados, de amores viajeros, platicábamos de nosotros, platicábamos con nuestra amiga en común, siempre sentados los tres formando un misterioso triangulo de enigma y risas, los tres jugábamos, siempre nos regañaban y a veces nos decomisaban los papeles, mensajes perdidos.
En algún momento perdido en el espacio dejamos de ser amigos y ni cuenta nos dimos, dejamos de intercambiar papeles por miradas, sonrisas y más miradas.

En los recesos siempre salías a fumarte un cigarrillo, con mi ex novio y el chico que siempre quiso ser mi novio, que curioso. Recuerdo que siempre olías a tabaco, y me gustaba, nunca había fumado un cigarrillo, pero podía reconocer cuando estabas cerca por el olor al tabaco, era tu mejor perfume, me gustaba, me gustaba el olor a cigarrillos porque me gustabas tu.

Nunca había fumado un cigarrillo, ni tampoco esa hierba hecha cigarrillo que te hacía volar de vez en vez, cuando hablabas con los dioses, en fin siempre olías a tabaco, y a veces a algo más… el humo siempre estaba cerca de ti o tu cerca de él, en fin, todo es relativo, y tú me gustabas a mí y tu olor también. Siempre te acompañaba un buen cigarro y tu guitarra, eso nunca podía faltarte.

Un día no sé cómo, no sé cuándo, no sé por qué, lo supe, desperté sabedora de que te quería y te quería conmigo, quería consumirte como tu al cigarrillo, que tu música fuera mi música, ya no quería más aventuras, amores efímeros, amores enfermizos, amores transitorios, te quería a ti, si así como tu al cigarrillo, si así te quería, lo supe.
No recuerdo cómo lo descubrí, pero me entere y cuando me di cuenta ya te lo había dicho, te dije que me gustabas, que me daba miedo pero que me gustabas, que te quería, te lo dije en esa comunicación que nos caracterizo el mensaje por origami, mi mensaje entre líneas ahora eran directo, objetivo y conciso, recuerdo que me miraste pasmado, catatónico, me miraste y no pudiste decir nada, catatónico así quedaste.

Al otro día me hablaste cuando todos se habían ido, me pediste me quedara un momento a solas contigo, me entregaste una hoja y me pediste la leyera, era un poema, el primer poema que escribías para mi, mi loco poeta, me sorprendí tanto, y supe algo bueno me esperaba al final del día, me pediste me quedara al final del día, me quede y tocaste para mí una canción Después, era la canción con la que me mataste y me volviste a la vida, supe que me querías.

Pronto me llenaste de canciones, de poesía, de amor, de fantasía, de todo. Después inicio un romance entre las cuerdas de tu guitarra, tú y yo, nos querías tener a las dos, recuerdo, en los recesos me cantabas y cuando los maestros no estaban, en la hora de salida también me cantabas, siempre tenías una canción para mí.

Recuerdo cuando te dije que sí, en el viaje de nuestra generación, me cantaste al oído Algo contigo, recuerdo cerros, noche estrellada, el viaje completo y mi triste regreso a casa, lejos de ti, de tu música, de tu poesía, de tu fantasía.

Ame tu música, te ame a ti, ame tu poesía, ame ser tu musa y tu mi poeta, tu siempre escribiendo algo para mi… entre cigarrillos, humo, cuerdas y algo más…

viernes, 9 de julio de 2010

Levedad

-de Jasmín Ojeda-

Cuando abrió los ojos se dio cuenta de que todo estaba oscuro, al principio no le tomo importancia, ella se estiro suavemente para poder sentir cada parte de su cuerpo y comenzó a observar su alrededor, el autobús estaba vacio, cubierto de polvo y definitivamente abandonado desde hace ya mucho tiempo, esto la sorprendió tanto, no podía creer semejante escena de devastación y olvido, cuando decidió verse en uno de los cristales del autobús noto en el reflejo que su rostro se encontraba marcado, desgastado, realmente acabado, dibujaba una edad bastante avanzada, se encontraba extremadamente delgada, sus huesos se marcaban en su piel, tanto que podía contarlos uno por uno sin dificultad alguna, los pocos cabellos que poblaban su cabeza eran como la nieve, sin duda no podía disimular que culminaba el otoño y el invierno había invadido su vida. Una lágrima broto y recorrió su huesudo rostro, sus ojos hundidos aún podían llorar, su lágrima al paso que bajaba era absorbida por su piel tan seca, cuánto tiempo había pasado, se preguntaba y miraba el reflejo que parecía ser ella, buscaba una respuesta de la mujer en el reflejo, pero esta no emitía nada sólo la miraba fijamente, de pronto la mujer del reflejo comenzó a mirarla fijamente, como hipnotizándola, en un instante sintió una profunda levedad en su cuerpo viejo y cansado, sintió que se elevaba o quizá se desvanecía en aquel silencio, sintió una insoportable levedad que la inundaba hasta los huesos y comenzó por cerrar los ojos para dejarse caer en ese estado que tanta excitación le provocaba, decidió entregarse a ese estado descomunal al que la transportaba la mujer del reflejo, se entrego, se dejo ir, a dónde, no lo sabía, sólo sabía que le gustaba ir a ese lugar de ninguna parte pero que le provocaba una agradable sensación de levedad y olvido, quizá podría olvidarse así de la negligencia de su vida, se entrego completamente a la levedad de la vida y se perdió en el silencio, en el olvido.

miércoles, 7 de julio de 2010

"¡Cuidadito y me tocas!"



Han sido ya muchos años en que la mujer ha luchado y defendido sus derechos sin que se le tome realmente en cuenta y se apliquen las leyes adecuadas ante sus demandas. La violencia de género ha tomado gran relevancia en nuestro estado y en nuestro país teniendo como común denominador la impunidad hacia los agresores (sobre todo si son funcionarios de buen rango). Ante la gran ola de casos de violencia hacia las mujeres y poca importancia que le dan a éstos las instituciones pertinentes, esta nueva generación de féminas levanta la voz y exige sus derechos bajo la advertencia de tomar entonces, si no, justicia por sus propias manos.

De esto va la serie fotográfica “¡Cuidadito y me tocas!”.


Por: Daniel Martz.

visita la serie en:
http://www.facebook.com/photo.php?pid=299294&id=100000285045142#!/album.php?aid=18618&id=100000285045142

martes, 6 de julio de 2010

Feministas queman 13 mil dólares en protesta


El partido que incineró el dinero dijo que éste representa lo que las mujeres de Suecia dejan de percibir cada minuto en comparación con los hombres
Estocolmo, martes 6 de julio 2010
AP el universal


Un partido feminista sueco incineró cien mil coronas (13 mil dólares) en una parrilla, en una protesta contra la paga desigual para mujeres y hombres.

El partido Iniciativa Feminista dijo que el dinero incinerado el martes en la isla Gotland representa la cantidad de dinero que las mujeres de Suecia dejan de percibir cada minuto en comparación con los hombres.

''Pudiera parecer un acto desesperado quemar cien mil coronas, pero la situación es también desesperada'', dijo la líder del partido, Gudrun Schyman.

Suecia es conocida internacionalmente por igualdad entre los sexos, pero las mujeres aún ganan menos que los hombres. De acuerdo con estadísticas nacionales, el salario promedio de las mujeres en 2008 fue aproximadamente 19% más bajo que el de los hombres.

El dinero incinerado fue donado por una agencia publicitaria.

degc