
por Goth LaNoir
Cada vez se hace más evidente el incremento de la violencia hacia las mujeres en México. Múltiples causas que han llevado a muchos hombres a despreciarlas y a terminar con “el problema” no sólo maltratándolas… sino también ejecutándolas.
Debates casi interminables para intentar lograr encontrar algunas soluciones a los mayores problemas de índole social que aquejan a la nación: delincuencia, violencia, asesinatos y el narcotráfico. Una de las promesas del actual gobernador del Estado de México fue, precisamente, disminuir los porcentajes… sólo ha sucedido lo contrario.
La política en el país se ha convertido, desde tiempos históricos, en una maraña confusa y complicada de corrupción, autoritarismo, violación hacia los derechos ciudadanos, siempre impuestos por los intereses personales de unos cuantos. El beneficio del pueblo se ha visto permeado por esta ola oscura y llena de contradicciones.
Enrique Peña Nieto ha sido partícipe de la doctrina priísta desde sus inicios y no es, por mucho, difícil de pensar que todo ello ha implicado el poder de profesarla inteligentemente, teniendo como mentor a Carlos Salinas de Gortari. El uso de los medios a su favor ha logrado potencializar y mantener su imagen más que la de otros gobernantes, sin duda detrás de todo ese teatro no queda impune.
Tan evidente su falta de sensibilidad, que cuando el periodista Jorge Ramos le preguntó sobre la causa de muerte de su esposa prácticamente delató su mofa sobre el asunto sonriendo burlonamente e ignorando con un poco de nerviosismo la respuesta que, congruentemente, debería haber dado con seguridad y un poco de dolor… por lo menos, un poco más de respeto.
Las intrigas en el público y por parte de algunos medios de comunicación llevaron a
indagar sobre las posibles causas de muerte de la finada esposa del golden boy. La discusión no se hizo esperar en la Cámara de Diputados cuando María Elena Pérez de Tejada, diputada del PAN, acusó al gobernador de haber asesinado a su esposa, entonces a petición de varios diputados del PRI ella tuvo que retractarse de lo dicho y continuar con otros temas.
Mónica Pretelini, un nombre elegante y sutilmente empleado para filtrarse como escudo y nueva estrategia política en el gobierno de Peña Nieto, fue utilizado para nombrar así a centros de atención a las adicciones, hospitales, albergues infantiles e, incluso, a una beca que la Universidad Autónoma del Estado de México creó, convirtiéndose en parte de los “400 compromisos cumplidos”.
La muerte de Mónica, quien hubiese sido su esposa durante trece años, ha causado polémica, al grado de haberse vuelto más conocida que cuando era presidenta del DIF, superando con 469 esquelas la muerte de Carlos Hank González (74) y creando todo un espectáculo en Televisa y TV Azteca en pro del gobernador. Un acontecimiento que se convirtió en una estrategia más para su gobierno e imagen política y pública.
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