Jasmín Ojeda
La tercera sesión de Violet Witches, proyecto de la
organización chiapaneca Keremetic A.C. presentó un espacio de reivindicación y
fortalecimiento femenino, un foro en la Galería de la UNICACH, donde mujeres
como son Araceli Burguete Cal y Mayor investigadora, Silvia Hernández
periodista y Luz Martínez artista visual, compartieron sus historias de vida,
éxitos y también fracasos. Este proyecto ha logrado replicarse gracias a su
aceptación y aportación social a estados como Chihuahua, Quintana Roo,
Michoacán y al extranjero inicialmente con Arkansas, Estados Unidos.
Violet Witches (brujas violetas) nace como un proceso
personal de reivindicación que busca fortalecer y brindar un espacio para
compartir entre mujeres experiencias de vida en todos los ámbitos sociales, sin
límites de edad, ofrece “la oportunidad de que muchas mujeres compartan sus
procesos de vida y visibilizar las aportaciones de las mujeres en el espacio público
y el cómo lo estamos haciendo” explicó Elizabeth Utrilla representante y
directora ejecutiva de Keremetic A.C.
Madre, intelectual y activista política se define Araceli
Burguete Cal y Mayor. Su historia
feminista las definió por dos venas influyentes, la primera fue heredada de su
abuela una matriarca istmeña, le enseño que el núcleo de la familia viene de la
mujer pero también le dio una lección de vida “Las mujeres tenemos que trabajar
para no ser dependientes, para que no nos golpeen y para ser autosuficientes”,
con ella aprendió a trabajar desde los seis años y su madre le heredo el
activismo, su madre fue profesora, activista política y constructora pero
censurada y ahí vivió la primera discriminación.
“El activismo es un trabajo muy duro cuando vives un
gobierno represor” expresó Araceli Burguete, cuando compartió que a los ocho
meses de embarazo de uno de sus tres hijos vivieron un atentado, fue balaceada
y herida a causa del trabajo de activismo que realizaba junto a su pareja por
los derechos de la tierra en Chiapas, su esposo fue a la cárcel, vivieron
persecución y represión por la causa social, tiene un hijo sobreviviente, pero
eso jamás la detuvo. Araceli ha sido activista y luchadora social por herencia
y convicción.
Luz Martínez Jiménez actualmente tiene trayectoria como
artista plástica y promotora cultural, tiene una galería de arte llamada
Caleidoscopio galería-taller, que apertura un espacio a artistas emergentes en
la que ha presentado exposiciones de alto nivel, pero el éxito no siempre ha
estado presente en su historia. “El arte se hizo para ser valientes” afirmó,
compartió parte de los obstáculos de ser mujer y artista, su primer no cuando
decidió ser artista visual y su familia no aceptaba su carrera, el segundo la
negativa de docentes del derecho a exponer por ser muy joven y su tercer
momento el celo profesional de su pareja.
Y Silvia Hernández Alvarado originaria del Distrito Federal,
politóloga por profesión, periodista por vocación y activista por los derechos
de las mujeres por convicción, se considera feminista desde los 16 años cuando
leyó “La causa de las mujeres” de Giséle Halimi. Se declaró ser una bruja por
que vuela sola, como una mujer libre e independiente. Compartió los problemas
que como mujer se enfrentan día a día en el terreno laboral, la discriminación
y desvaloración del trabajo. “Sigo queriendo cambiar el mundo, pero mientras lo
logro agradezco que el mundo no me cambie a mi” finalizo.
Historias de surgimientos feministas, activismo, la lucha
contra la opresión de género, la discriminación, la desvaloración del trabajo
de la mujer y cómo lograr el resurgimiento, el éxito, la independencia y
libertad fueron los temas en las historias de vida, de éxito pero también
fracasos, lecciones de vida compartidas por las brujas violetas de la noche del
ocho de octubre, Keremetic A.C. deja abierta la invitación para el próximo 12
de noviembre a la cuarta presentación de las Violet Witches en la Galería de la
UNICACH.
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