jueves, 8 de octubre de 2015

Violet Witches una reivindicación femenina

Jasmín Ojeda

La tercera sesión de Violet Witches, proyecto de la organización chiapaneca Keremetic A.C. presentó un espacio de reivindicación y fortalecimiento femenino, un foro en la Galería de la UNICACH, donde mujeres como son Araceli Burguete Cal y Mayor investigadora, Silvia Hernández periodista y Luz Martínez artista visual, compartieron sus historias de vida, éxitos y también fracasos. Este proyecto ha logrado replicarse gracias a su aceptación y aportación social a estados como Chihuahua, Quintana Roo, Michoacán y al extranjero inicialmente con Arkansas, Estados Unidos.

Violet Witches (brujas violetas) nace como un proceso personal de reivindicación que busca fortalecer y brindar un espacio para compartir entre mujeres experiencias de vida en todos los ámbitos sociales, sin límites de edad, ofrece “la oportunidad de que muchas mujeres compartan sus procesos de vida y visibilizar las aportaciones de las mujeres en el espacio público y el cómo lo estamos haciendo” explicó Elizabeth Utrilla representante y directora ejecutiva de Keremetic A.C.

Madre, intelectual y activista política se define Araceli Burguete Cal y Mayor. Su  historia feminista las definió por dos venas influyentes, la primera fue heredada de su abuela una matriarca istmeña, le enseño que el núcleo de la familia viene de la mujer pero también le dio una lección de vida “Las mujeres tenemos que trabajar para no ser dependientes, para que no nos golpeen y para ser autosuficientes”, con ella aprendió a trabajar desde los seis años y su madre le heredo el activismo, su madre fue profesora, activista política y constructora pero censurada y ahí vivió la primera discriminación.


“El activismo es un trabajo muy duro cuando vives un gobierno represor” expresó Araceli Burguete, cuando compartió que a los ocho meses de embarazo de uno de sus tres hijos vivieron un atentado, fue balaceada y herida a causa del trabajo de activismo que realizaba junto a su pareja por los derechos de la tierra en Chiapas, su esposo fue a la cárcel, vivieron persecución y represión por la causa social, tiene un hijo sobreviviente, pero eso jamás la detuvo. Araceli ha sido activista y luchadora social por herencia y convicción.

Luz Martínez Jiménez actualmente tiene trayectoria como artista plástica y promotora cultural, tiene una galería de arte llamada Caleidoscopio galería-taller, que apertura un espacio a artistas emergentes en la que ha presentado exposiciones de alto nivel, pero el éxito no siempre ha estado presente en su historia. “El arte se hizo para ser valientes” afirmó, compartió parte de los obstáculos de ser mujer y artista, su primer no cuando decidió ser artista visual y su familia no aceptaba su carrera, el segundo la negativa de docentes del derecho a exponer por ser muy joven y su tercer momento el celo profesional de su pareja.



Y Silvia Hernández Alvarado originaria del Distrito Federal, politóloga por profesión, periodista por vocación y activista por los derechos de las mujeres por convicción, se considera feminista desde los 16 años cuando leyó “La causa de las mujeres” de Giséle Halimi. Se declaró ser una bruja por que vuela sola, como una mujer libre e independiente. Compartió los problemas que como mujer se enfrentan día a día en el terreno laboral, la discriminación y desvaloración del trabajo. “Sigo queriendo cambiar el mundo, pero mientras lo logro agradezco que el mundo no me cambie a mi” finalizo.


Historias de surgimientos feministas, activismo, la lucha contra la opresión de género, la discriminación, la desvaloración del trabajo de la mujer y cómo lograr el resurgimiento, el éxito, la independencia y libertad fueron los temas en las historias de vida, de éxito pero también fracasos, lecciones de vida compartidas por las brujas violetas de la noche del ocho de octubre, Keremetic A.C. deja abierta la invitación para el próximo 12 de noviembre a la cuarta presentación de las Violet Witches en la Galería de la UNICACH.

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